viernes, 15 de noviembre de 2013

jueves, 7 de noviembre de 2013

Momento

 
 

 
El primer verano no leí libros; escardé las alubias. No, a menudo hice algo mejor que eso. Hubo épocas en las que no pude permitirme sacrificar la flor del momento presente por ningún trabajo, sea mental o manual. Me gusta contar con un amplio margen para mi vida. A veces, en una mañana de verano, habiendo tomado mi acostumbrado baño, me sentaba en mi soleado umbral, desde que salía el sol hasta el mediodía, transportado a un sueño en medio de los pinos y nogales americanos y zumaques, en soledad y tranquilidad no alteradas, mientras las aves cantaban alrededor o revoloteaban sin ruido a través de la casa, hasta que recordaba la marcha del tiempo por el sol que daba sobre mi ventana occidental, o el ruido del carro de algún viajero en la distante carretera. En esos lapsos, yo crecía como el maíz en la noche y eran mucho mejores que cualquier obra manual. No eran tiempos sustraídos de mi vida, sino ratos muy superiores a los que me permitía corrientemente. Comprendí lo que los orientales entienden por contemplación y abandono del trabajo. En su mayor parte no me daba cuenta de que pasaban las horas. El día avanzaba como para alumbrar alguna tarea mía; era la mañana, y he aquí que ahora es el atardecer y nada memorable he hecho. En lugar de cantar como las aves, sonreía silenciosamente a mi incesante buena fortuna. Como el gorrión tiene su gorjeo, asentado en el nogal sobre mi puerta, así tenía yo mi risa o trino sofocado que podía aquel oír y que procedía de mi nido. Mis días no eran días de la semana, que llevaran la estampa de paganas deidades, ni estaban divididos en horas, o agitados por el tictac de un reloj; yo vivía como los indios Puri, de quienes se dice que tenían solamente una palabra para ayer, hoy y mañana, y expresaban el particular significado de ayer señalando hacia atrás, de mañana apuntando hacia adelante y de hoy indicando lo que tenían sobre la cabeza. Esto sería para mis conciudadanos una pereza extraña, no hay duda; pero si las aves y flores me han refinado con su ejemplo, no seré hallado en falta. Un hombre debe encontrar sus ocasiones en sí mismo, es verdad. El día natural es muy tranquilo y difícilmente le reprochará su indolencia.


Walden - La Vida en los Bosques.
Henry David Thoreau


lunes, 4 de noviembre de 2013

Fonte da Telha

Fonte da Telha é uma praia de grande extensão do litoral português, na margem sul do Tejo, partilhada entre os municípios de Almada e Sesimbra e as freguesias de Costa de Caparica e Castelo (Sesimbra).
 
 Vista para norte
 
Vista para terra
 

Vista para sul